El triunfo de la irracionalidad (¿de verdad necesitáis un trasplante de cabello?)

El nacimiento de la heredera, no sabemos por cuanto tiempo, de la casa real española, ha sido la noticia de la semana. Yo no voy a ser menos y hablaré de ello.
Antes que nada, quiero decir que yo tenía nueve meses cuando se votó la constitución en este país y por tanto, no me pidieron opinión. Tal y como estaba la cosa después de cuarenta años de dictadura, tener una democracia era un pastelito que no se podía dejar pasar. Pero como siempre, los pasteles llevaban calorías y 27 años después las calorías del pastel constitucional nos están pasando factura.
Es obvio que el Príncipe de Asturias no debería llegar a ser rey. Es irracional la institución monárquica. En el siglo XXI, no tiene sentido un título vitalicio, heredable y que da preferencia al hombre sobre la mujer. Esto último que es lo más debatido, yo creo que es lo menos preocupante. ¿No es mucho más grave el hecho de que sea vitalicio y heredable? Yo lo tengo muy claro.
No puedo soportarlo. Todos los medios de comunicación compinchados para hablar bien de la monarquía, no soporto la censura, propia de regímenes totalitarios que lo empaña todo.
Claro que yo soy quién soy porque he tenido la suerte de nacer donde he nacido. Si hubiera nacido, pongamos en una aldea de áfrica, no podría estar escribiendo esto ahora. Ya sé que hay injusticias mucho mayores en este mundo.
Pero esta niña que ha nacido tampoco ha elegido ser reina ni que le odie y ame tanta gente por ser hija de quién es. Aún es inocente.
Pero no así su familia, que despilfarra el dinero que con tanto esfuerzo gano cada día y que si le quedara algo de vergüenza iniciaría los trámites para bajarse del trono que ocupan.
En unas semanas hemos tenido las dos caras de España, los inmigrantes africanos que son asesinados cruelmente por las fuerzas del estado y Leonor, la niña que lo tiene todo sin haber pedido nada.

PD: ¡Diox!, ¿no podían haber puesto otra publicidad en mi weblog, que la del trasplante de cabello?